
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 280 millones de personas en todo el mundo viven con algún tipo de depresión (WHO). A pesar de estas cifras, la depresión sigue siendo subestimada, muchas veces reducida a pereza o a un simple cambio de humor. En realidad, se trata de un trastorno complejo que afecta tanto a la mente como al cuerpo.
En este artículo se presentan los principales síntomas de la depresión, se desmienten mitos frecuentes y se explica en qué se diferencia de la tristeza pasajera o del estrés. Además, se incluyen ejemplos de la vida cotidiana para mostrar cómo se manifiesta en la práctica.
¿Qué es la depresión?
La depresión va mucho más allá de sentirse triste por unos días. Está vinculada con alteraciones en la forma en que el cerebro regula las emociones y la energía. Neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina pueden funcionar de manera irregular, lo que impacta en el estado de ánimo, la motivación, la capacidad de tomar decisiones e incluso en el organismo. En algunas personas se traduce en agotamiento constante y desesperanza; en otras, en irritabilidad, apatía o desconexión emocional.
Los especialistas clasifican la depresión en varias formas: trastorno depresivo mayor, distimia (trastorno depresivo persistente), depresión posparto y trastorno afectivo estacional. Aunque cada tipo tiene características y desencadenantes distintos, todos requieren atención y apoyo profesional.
Cómo reconocer los síntomas
La depresión influye en distintos niveles: emocional, cognitivo, físico y conductual. Su intensidad y duración la diferencian del cansancio común.
Indicadores emocionales
- Tristeza, vacío o desesperanza persistente durante semanas.
- Pérdida de interés en actividades que antes resultaban agradables.
- Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia.
Indicadores cognitivos
- Dificultad para concentrarse o recordar información.
- Problemas para tomar decisiones.
- Visión negativa o pesimista del futuro.
Síntomas físicos
- Trastornos del sueño: insomnio o exceso de sueño.
- Cambios en el apetito y en el peso.
- Cansancio crónico y falta de energía.
Manifestaciones conductuales
- Aislamiento social y rechazo a interactuar con los demás.
- Disminución de la actividad y abandono de responsabilidades.
- Pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio.
La Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA) establece que los síntomas deben mantenerse al menos dos semanas para cumplir con los criterios diagnósticos.
Mitos comunes sobre la depresión
Mito 1: «La depresión es debilidad»
Realidad: No tiene nada que ver con la fuerza de carácter. Es un trastorno reconocido que está relacionado con cambios en el cerebro y en el sistema hormonal (PubMed).
Mito 2: «Es solo tristeza»
Realidad: La tristeza es pasajera. La depresión, en cambio, puede prolongarse durante meses o años y afectar tanto la vida emocional como la física. Mayo Clinic advierte sobre su impacto en la salud general.
Mito 3: «Solo hay que poner de tu parte»
Realidad: Consejos como «da un paseo» o «deja de pensar en eso» rara vez funcionan. La depresión involucra procesos bioquímicos que suelen requerir apoyo profesional.
Mito 4: «Los niños no sufren depresión»
Realidad: La depresión también puede presentarse en niños y adolescentes. En los jóvenes suele expresarse más como irritabilidad, enojo o retraimiento que como tristeza evidente (Harvard Health).
¿En qué se diferencia la depresión del estrés?
El estrés suele ser una respuesta a circunstancias externas: plazos, exámenes o conflictos. Cuando estas presiones desaparecen, el estrés también disminuye. La depresión, en cambio, puede mantenerse independientemente de los factores externos, cambiando la forma en que la persona percibe la vida: el mundo parece gris, el futuro vacío y las fuerzas desaparecen.
Qué hacer si sospecha depresión
No se deben ignorar las señales de alarma en uno mismo o en personas cercanas. Acciones útiles incluyen:
- Consultar con un psicólogo o psiquiatra — solo un especialista puede dar un diagnóstico fiable y proponer un tratamiento adecuado.
- Mantener el contacto con amigos y familiares, evitando el aislamiento.
- Llevar un diario de pensamientos y emociones para identificar patrones.
- Seguir rutinas regulares de sueño y alimentación saludable.
- Recordar que la depresión se puede tratar, aunque requiere tiempo, paciencia y acompañamiento profesional.
Respuesta: En raras ocasiones los síntomas se reducen, pero lo más habitual es que se necesite apoyo terapéutico o médico.
Pregunta: ¿Los antidepresivos generan adicción?
Respuesta: No. Los fármacos modernos no producen dependencia física, aunque deben suspenderse siempre bajo supervisión médica.
Pregunta: ¿La depresión puede manifestarse físicamente?
Respuesta: Sí. Con frecuencia se acompaña de dolores corporales, cefaleas, problemas digestivos u otras quejas somáticas.
¿Qué mitos sobre la depresión ha escuchado más a menudo?
¿Qué cambios podrían mejorar la visión de la sociedad hacia los trastornos mentales?
Descargo de responsabilidad: Este artículo tiene fines exclusivamente informativos y no sustituye la consulta profesional. Si usted o alguien cercano presenta síntomas de depresión, acuda a un médico o terapeuta cualificado.