Cannabis y salud mental: Qué muestran los datos más recientes

Las discusiones sobre el cannabis a menudo se dividen entre 'medicina útil' y 'droga peligrosa'.

La ciencia es más cautelosa: los riesgos y los beneficios potenciales dependen de la dosis, la frecuencia, la edad de inicio, el contenido de THC y la vulnerabilidad individual.

Grandes revisiones señalan una conexión entre el consumo frecuente o de alta potencia de cannabis y síntomas similares a la psicosis, así como un deterioro cognitivo, mientras que los efectos terapéuticos están limitados a condiciones específicas y protocolos de uso (CDC, 2024).

Psicosis y potencia del producto

Cuanto mayor es el contenido de THC y más frecuente el consumo, mayor es el riesgo de episodios psicóticos en algunas personas. Meta-análisis y estudios observacionales extensos relacionan el uso regular de cannabis de alta potencia con una mayor probabilidad de un primer episodio psicótico y un inicio más temprano de trastornos psicóticos. Estudios recientes confirman que los síntomas similares a la psicosis aguda pueden ocurrir tanto con el uso recreativo como medicinal, especialmente en personas predispuestas (Nature Mental Health, 2024). Se destaca particularmente el mayor riesgo de esquizofrenia en hombres jóvenes con trastornos relacionados con el cannabis (NIDA, 2023).

Ansiedad, depresión y funciones cognitivas

El cannabis afecta regiones del cerebro responsables de la atención, la memoria, la toma de decisiones y las emociones (CDC). Un estudio de un año en personas con acceso a cannabis medicinal mostró cambios en la actividad cerebral durante tareas de memoria de trabajo y control, lo que sugiere indirectamente la vulnerabilidad de los procesos cognitivos con el uso crónico. Las conexiones con síntomas de ansiedad y depresión son variadas: para algunas personas, el cannabis puede aliviar temporalmente el estrés, pero el consumo frecuente y las dosis altas aumentan el riesgo de empeoramiento del estado de ánimo y exacerbaciones de síntomas.

¿Quiénes son más vulnerables?

Los adolescentes y adultos jóvenes deben ser especialmente cautelosos, ya que el inicio temprano y el uso frecuente aumentan la probabilidad de problemas de salud mental a largo plazo. Los factores de riesgo hereditarios y personales, como antecedentes familiares de psicosis, trastorno bipolar o adicciones, también juegan un papel importante.

Cannabis medicinal: ¿Dónde está el límite?

En ciertos casos, los cannabinoides se utilizan con fines médicos, pero esto no elimina los riesgos ni equivale a 'seguridad total'. Las organizaciones internacionales de salud enfatizan la necesidad de indicaciones médicas claras, dosis estandarizadas y monitoreo de efectos secundarios (WHO). El principio es el mismo que para otras sustancias psicoactivas: los beneficios son posibles en contextos clínicos específicos, pero la automedicación aumenta la probabilidad de resultados adversos.

Cómo reducir los riesgos (si ya lo estás usando)

  • Evita productos de alta potencia y el consumo diario frecuente.
  • Retrasa el inicio del consumo de cannabis tanto como sea posible y evita combinarlo con alcohol u otras sustancias.
  • Presta atención a señales de ansiedad, trastornos del sueño, pensamientos obsesivos o ideas paranoides; si aparecen estos síntomas, haz una pausa y busca asesoramiento profesional.
  • Si notas signos de consumo problemático, busca ayuda de especialistas o líneas de apoyo para adicciones.

Descargo de responsabilidad: Este material tiene fines informativos y educativos únicamente y no reemplaza la consulta con un médico o terapeuta. Si experimentas cambios persistentes en el estado de ánimo, ansiedad, pensamientos de autolesión, síntomas psicóticos o dificultades para controlar el consumo de cannabis, consulta a un profesional calificado.

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