
Muchas mujeres reportan una mejora en el bienestar en su vida íntima. Es importante distinguir entre expectativas y evidencias. Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa, las investigaciones sobre el Pilates para condiciones específicas aún son limitadas en escala y calidad, aunque la práctica es segura para la mayoría de las personas y mejora el acondicionamiento físico general. En el contexto de la salud sexual, la OMS la define no solo como la ausencia de disfunciones, sino como un estado de bienestar físico, emocional y social (WHO).
Cómo puede el Pilates influir en la salud sexual
Core y suelo pélvico
Muchos ejercicios de Pilates involucran los músculos profundos del core y del suelo pélvico, estructuras clave relacionadas con el control urinario, la estabilidad pélvica y las sensaciones durante la intimidad. Las guías clínicas del Reino Unido recomiendan el entrenamiento del suelo pélvico como la primera línea de ayuda para la incontinencia urinaria femenina, lo que mejora la calidad de vida y puede apoyar indirectamente la función sexual (NICE NG210). Aunque el Pilates no reemplaza la fisioterapia especializada del suelo pélvico, puede ser un complemento útil bajo la guía de un profesional.
Conciencia corporal, imagen corporal y estrés
El Pilates fomenta el control de la respiración, la conciencia y la confianza en el movimiento, factores relacionados con la comodidad y el deseo. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos destaca que abordar las dificultades sexuales femeninas requiere un enfoque multidisciplinario, que incluye la gestión del estrés y, cuando sea necesario, fisioterapia del suelo pélvico y ejercicios para el core.
Lo que sabemos hoy: Sin promesas exageradas
El Pilates puede mejorar la resistencia y el control muscular, la postura y la percepción del cuerpo, lo que está relacionado con una mayor satisfacción y una reducción del malestar en algunas mujeres. Sin embargo, los ensayos controlados aleatorios a gran escala específicamente sobre «Pilates ↔ función sexual» son escasos, por lo que es más preciso hablar de beneficios potenciales como parte de un plan más amplio que incluya entrenamiento del suelo pélvico, manejo del estrés y la atención a factores médicos (hormonales, dolor, posparto, etc.).
Consejos prácticos (enfoque cuidadoso)
- Comienza gradualmente: 2-3 sesiones por semana, enfocándote en la técnica de respiración y la activación suave de los músculos del suelo pélvico.
- Si hay síntomas (dolor, sequedad, pérdida de orina, baja libido), consulta a un médico o fisioterapeuta; los ejercicios deben adaptarse a tus necesidades.
- Combina enfoques: El Pilates junto con prácticas basadas en la evidencia (entrenamiento del suelo pélvico, psicoeducación, manejo del estrés) suele ser más efectivo que cualquier práctica por sí sola.
Descargo de responsabilidad: Este contenido tiene fines informativos y educativos únicamente y no sustituye la consulta con un médico o fisioterapeuta. Ante dolores persistentes, disfunción del suelo pélvico, bajo estado de ánimo o ansiedad, busca un especialista calificado para un plan de atención personalizado.