La personalidad cambia a diario más de lo que creemos

La personalidad como estado y no solo como rasgo

Hasta hace poco, muchos psicólogos consideraban que los rasgos de personalidad, como la extraversión o el neuroticismo, eran características estables que apenas cambiaban a lo largo de la vida adulta. Las nuevas investigaciones cuestionan esta idea y muestran que la personalidad es más plástica: responde a las circunstancias cotidianas, al estrés y a las interacciones sociales, y puede cambiar incluso de un día para otro.

Nueva investigación: la personalidad como “estado” y no solo como “rasgo”

Un equipo de investigación dirigido por Fabian Gander (University of Basel y otros) desarrolló y validó una herramienta — el FFM-PSI (Five-Factor Model Personality States Inventory), que permite evaluar los estados de personalidad en momentos concretos y no únicamente a nivel de rasgos globales.

He aquí algunos hallazgos clave:

  • Los participantes completaron cuestionarios cortos varias veces al día durante tres días, evaluando en qué medida se sentían extravertidos, ansiosos, amigables, etc.
  • En total se recopilaron unas 18.900 evaluaciones de 1.725 personas, lo que proporcionó una base estadística sólida para identificar cambios intraindividuales.
  • El estudio mostró que las personas con un nivel más alto de neuroticismo presentaban una mayor variabilidad en las emociones, especialmente las negativas, así como una mayor reactividad ante acontecimientos estresantes.
  • La extraversión y la apertura también fluctuaban en función del estado de ánimo y del contexto social: días de mayor sociabilidad y actividad se alternaban con días más introvertidos.
  • Rasgos como la responsabilidad (conciencia) y la amabilidad se mostraban más estables, con menos fluctuaciones a corto plazo.

¿Qué influye en estas fluctuaciones diarias?

Los datos muestran que varios factores desempeñan un papel significativo:

  • Estrés y eventos negativos. Por ejemplo, en un estudio nacional de casi 20 años y decenas de miles de días, los investigadores encontraron una relación entre la forma en que las personas reaccionan al estrés diario y los cambios a largo plazo en su extraversión, responsabilidad y apertura.
  • Estado de ánimo. Un mal estado de ánimo puede intensificar el neuroticismo, mientras que un buen estado de ánimo aumenta la actividad, la amabilidad y la apertura. Estos efectos se observan en los estados de personalidad a corto plazo.
  • Interacciones sociales y contexto. Estar acompañado, conversar y participar en actividades puede “activar” rasgos como la extraversión. La ausencia de contacto social, en cambio, se asocia con un estado más reservado o “introvertido”.
  • Tendencias a largo plazo. Factores como la edad y los cambios en la vida (trabajo, relaciones) influyen en desplazamientos más estables de los rasgos, configurando gradualmente el perfil medio de la personalidad de la persona.

¿Por qué es importante y qué podemos aprender?

Comprender que la personalidad puede cambiar a diario tiene varias implicaciones:

  1. Menos autocrítica y más flexibilidad. Si hoy te sientes más ansioso o menos sociable, puede ser simplemente una reacción a las circunstancias y no un “fracaso personal”. Este enfoque puede ayudar a reducir la ansiedad y la culpa.
  2. Planificación más adaptada a ti mismo. Al reconocer en qué situaciones te sientes más enérgico, abierto o, por el contrario, más reservado, puedes ajustar tu entorno, tu rutina y tu vida social para favorecer estados más positivos.
  3. Útil en terapia y autoayuda. Los terapeutas pueden utilizar diarios o cuestionarios de estado para observar cómo se manifiestan los rasgos en la vida cotidiana, cómo cambian y si quedan fijados en patrones debido al estrés crónico o al mal estado de ánimo.
  4. Avance científico. Investigaciones como las realizadas con el FFM-PSI ayudan a construir modelos de personalidad más precisos, que consideran no solo los promedios (rasgos), sino también la variabilidad (estados) y el contexto situacional.

Limitaciones y precauciones

A pesar de los resultados prometedores, es importante recordar:

  • Las fluctuaciones no equivalen a cambios fundamentales de personalidad. La mayoría de las variaciones permanecen dentro del rango característico de cada persona. Los rasgos globales siguen siendo relativamente estables.
  • Muchos estudios se basan en la autoobservación — las personas informan sobre cómo se sienten y cómo se perciben, lo que puede incluir sesgos subjetivos.
  • Los resultados no siempre se aplican por igual a personas con trastornos psicológicos, en quienes los niveles de estrés y la variabilidad emocional pueden ser más altos de forma constante.

Conclusión

La personalidad no es una “escultura” estática, sino más bien un organismo vivo que responde constantemente a lo que ocurre a nuestro alrededor y dentro de nosotros. La extraversión, el neuroticismo, la apertura y otros rasgos pueden manifestarse de manera diferente según la situación, el estado de ánimo, la vida social y los factores de estrés. Comprender esta dinámica nos da la oportunidad de tratarnos con mayor empatía, reconocer que los “días malos” no son permanentes y utilizar la conciencia para cultivar los estados de personalidad que queremos fortalecer.


Descargo de responsabilidad: Este material no constituye un consejo médico. Si experimentas dificultades persistentes con la ansiedad, el estado de ánimo o la percepción de ti mismo, consulta a un psicólogo o psiquiatra cualificado.

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